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Mostrando entradas de septiembre, 2012
FLORES PARA NATALIA. Oleo sobre panel. © Dagor PVV
Todo dolor nos llega, aunque la ceguera social pretenda ignorarlo. Hay gente que no escucha los golpes de la lluvia sobre su ventana. © Dagor
En algún rincón del planeta palpitas sin reproches con tu miseria a cuestas, con tus bemoles saturados por la injusticia social. Por eso te escribo, porque eres ubicuo, porque tu soledad muerde mi felicidad con cada puesta de sol. Eres tú quien inspira mis lágrimas de frustración y de ternura. Como lluvia en el verso, siempre te conviertes en palabra sobre el lienzo de mi corazón. ©Dagor
He recounted the story with the softness that characterizes him. He carefully knitted his words together. “The Sun was chasing me on my way over Les Alpes Maritimes. There will always be magic between the mountains, the Sun and I, therefore, the happiness that I felt that day was not a new one. Little houses aligned a joyful row that illuminated the landscape, but they seemed distant until I came close enough to appreciate their beauty. Then, they looked like music boxes about to unravel. There were hundreds of cars parked on both sides of the road. I walked in a direction driven by instinct and when I made a turn towards an alley, there they were. The whole town was reunited at a food and bric-a-brac fair. The Church shone with its doors open, the colors of the tents of the merchants danced before my eyes, the laughter of men and women spoke of fascinating tales, and the rosy-cheeked toddlers did not stop running around my heart. Everything spoke of a magnificent Sunday morning. I kep
Me lo contó con la suavidad que le caracteriza. Cuidadosamente hilvanaba cada palabra con la siguiente: “El sol me seguía mientras avanzaba camino arriba por la carretera de Les Alpes Maritimes. Siempre habrá magia entre las montañas, el sol y yo, por eso, la felicidad que me embargaba ese día, no era nueva. Las casitas en fila se empinaban alegres sobre el paisaje lejano, hasta que llegué al pueblo y pude apreciar de cerca su belleza. Parecían cajitas musicales a punto de abrirse. Había cientos de carros parqueados en ambos lados de la vía. Avancé en la dirección del instinto y cuando viré por una callecita, allí estaban todos. El pueblo entero se había volcado sobre una feria de alimentos y chucherías. La iglesia resplandecía con sus puertas abiertas, los colores de las carpas de los comerciantes bailaban ante mis ojos, las risas de hombres y mujeres contaban historias, las mejillas rosadas de los chiquillos correteaban sin parar alrededor de mi corazón; todo hablaba de una esplendor
UNIVERSOS PARALELOS. Oil on canvas. © Dagor
Soy de Guayaquil, me caliento las manos tocando en el recuerdo sus muelles tibios que huelen a sol, me refresco los pies caminando descalza, recorriendo el ayer por las orillas del Guayas. Y cuando cierro los ojos, paseo por la avenida Nueve de Octubre de la mano de Abel Romeo Castillo. Soy de Guayaquil... © Dagor PVV
Acaba de pasar una furiosa tormenta, el romanticismo de mi nota anterior quedó hecho jirones cuando se me apagó la computadora. Los truenos gritaban como político en campaña, como vendedor de chucherías, como mujer celosa. Inmediatamente, me puse a pintar un edificio blanco sobre el paisaje apacible de mi lienzo para consolar al imaginario de mi esperanza. Algo así como plantar una bandera de paz en zona de guerra, mientras se cruzan los disparos. (Dagor)PVV
Un domingo distinto, los duendes de la lluvia bajan desde las nubes por escaleras de agua, entre sus ojos traen gotas de cristal que saltan de arbusto en arbusto, que corren calle abajo. Aznavour, me lleva de la mano por Venecia. El día está nublado, se me antoja pintarme el alma de azul. Soplará el viento y traerá las manos luminosas de las hadas del sol, a remozar la transparencia de mi ventana… a cambiarle el color a mi corazón… (Dagor)PVV
SIMONE. Oil and mixed media on canvas. © Patricia Velasquez de Mera