Un domingo distinto, los duendes de la lluvia bajan desde las nubes por escaleras de agua, entre sus ojos traen gotas de cristal que saltan de arbusto en arbusto, que corren calle abajo. Aznavour, me lleva de la mano por Venecia. El día está nublado, se me antoja pintarme el alma de azul. Soplará el viento y traerá las manos luminosas de las hadas del sol, a remozar la transparencia de mi ventana… a cambiarle el color a mi corazón… (Dagor)PVV
nada soy o soy tan poco como una maceta discreta que olvidada y solitaria observa desde la ventana los transeúntes que pasan apenas soy en mi estancia la esquina fortuita de una casa ubicada en cualquier manzana poeta desencantada tomando notas fotografiando sonrisas con las pupilas cansadas para poder reflejarlas entre los versos del alba mientras los zapatos sangran por calles imaginarias largas calles no empedradas plagadas de dolor de desesperanza eso soy o no soy nada una huida permanente un paso en el andén constantemente un atardecer lleno de nubes sobre la playa de los indolentes nada soy o soy tan poco transparente anacoreta pintando sobre muros invisibles los rostros de otros bardos que no calzan en las listas repetidas en las alfombras purpúreas de los mercaderes de la humanidad Dagor Ab...
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