HIMNO DE LIBERTAD
Levántate Guayaquil
que se hace tarde
ya suenan en el puente
en la autopista
los pasos del traidor
que se aproxima
Levántate que rugen
sus entrañas
con hambre
de acabar con nuestra herencia
Despierta
que al calor
de su demencia
los sátrapas
se mezclan con el viento
para llover desgracia sobre el puerto
Ya buscan
pescador a río a revuelto
confundir a las masas
mas el pueblo
ha de cobrarles
una a una sus miserias
Enfrenta Guayaquil
la innoble histeria
mutiladora
deleznable
y opresora
Arriba Guayaquil
mestiza hermosa
candente
invencible
luchadora
No te arredres
ante el cínico
malvado
desertor
con poderes
maquiavélicos
No le temas
Guayaquil
que en el pasado
no pudieron contigo
y con tu espíritu
insolentes
mercaderes
de tu gloria
No podrán
los malos hijos
de tu historia
que se arrastran
ante espadas extranjeras
vencer a Guayaquil
Azul y Blanco
sagrada expresión
de tu bandera
Con tus ojos de niña
tu cuerpo de mulata
tu espíritu guerrero
y tu sangre escarlata
Guayaquil
que renaciste de cenizas
vencerás la agresiones
de piratas
Los ceibos
soldados gigantescos
verdes centinelas
de nuestra ciudad
bajarán de los cerros
y en la Nueve de Octubre
rezaremos con ellos
tu credo inmortal
Mira al frente
Guayaquil con optimismo
enséñale
al cobarde que hay un pueblo
junto al faro de luz
con el que empieza
en Ecuador
la canción de libertad
El desdichado
que en acto desleal
besa el símbolo
que arropa nuestra urbe
y por la espalda le dispara
tiene un puesto
en el infierno
de la escoria
mala racha el futuro
le depara
Tu estrella brilla intensa
los canallas la ignoran
pero el Reloj Público
ha de marcarles su hora
Libérrima Guayaquil
no te detengas
eterna novia del mar
princesa invicta
al pie de tus laureles
iguanas y ciruelos
evocando el espíritu de Olmedo
en esta mañana de Octubre
yo te ofrezco
mi sangre si es preciso
para salvarte
de las garras
del protervo
Patricia Velásquez de Mera
25 de Octubre de 2007