Creíamos que la verdad se la podía dividir, nos atropellábamos al hablar… los argumentos se mezclaban con la risa, con el llanto… era la marea de la juventud. Hoy nos basta el silencio para entendernos… la bulla viene de otras voces y nos regocijamos en escucharlas. Entendemos que la palabra es indivisible, como la verdad… que la risa es breve, como la juventud… que el ruido del mar consuela, como el llanto… que el silencio es el altar de la vida, como Dios...(Dagor)
nada soy o soy tan poco como una maceta discreta que olvidada y solitaria observa desde la ventana los transeúntes que pasan apenas soy en mi estancia la esquina fortuita de una casa ubicada en cualquier manzana poeta desencantada tomando notas fotografiando sonrisas con las pupilas cansadas para poder reflejarlas entre los versos del alba mientras los zapatos sangran por calles imaginarias largas calles no empedradas plagadas de dolor de desesperanza eso soy o no soy nada una huida permanente un paso en el andén constantemente un atardecer lleno de nubes sobre la playa de los indolentes nada soy o soy tan poco transparente anacoreta pintando sobre muros invisibles los rostros de otros bardos que no calzan en las listas repetidas en las alfombras purpúreas de los mercaderes de la humanidad Dagor Ab...
Comentarios