He vuelto a merodear el barrio de mi cuaderno, solitario empedernido que me enamora risueño con sus páginas marchitas pero siempre florecidas como ventanas de cuento. He regresado al rincón en donde sueño, en donde ninguna ley me limita el pensamiento. He vuelto a gritarle al espejo a manera de ensayo, que no voy a permitir que me opriman los arrestos. He vuelto por tu ternura, por el eco de tu voz en mi amuleto. He vuelto a compartir contigo este momento supremo, en el que camina el verso como luciérnaga en velo, a punto de encontrar un hueco para volar y volar, sin miedo, sin tiempo, hasta escribir en el cielo la palabra libertad!
© Dagor
nada soy o soy tan poco como una maceta discreta que olvidada y solitaria observa desde la ventana los transeúntes que pasan apenas soy en mi estancia la esquina fortuita de una casa ubicada en cualquier manzana poeta desencantada tomando notas fotografiando sonrisas con las pupilas cansadas para poder reflejarlas entre los versos del alba mientras los zapatos sangran por calles imaginarias largas calles no empedradas plagadas de dolor de desesperanza eso soy o no soy nada una huida permanente un paso en el andén constantemente un atardecer lleno de nubes sobre la playa de los indolentes nada soy o soy tan poco transparente anacoreta pintando sobre muros invisibles los rostros de otros bardos que no calzan en las listas repetidas en las alfombras purpúreas de los mercaderes de la humanidad Dagor Ab...
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