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 MIS DIEZ LIBROS PREFERIDOS

1. PLATERO Y YO, regalo de mi padre al cumplir doce añitos. Por esas casualidades de la vida, la única vez que sobreponiéndome a mi timidez -siempre in crescendo- me atreví a participar en un concurso de declamación en mi colegio, el Santo Domingo de Guzmán, a los catorce años, me gané el premio y para mi sorpresa, era justamente PLATERO Y YO. Y entonces el mensaje me quedó  clarísimo.

2. LA VIDA ES SUEÑOS, Calderón de La Barca. Y moriré  soñando como el libro y como su autor.

3. LITUMA EN LOS ANDES, Mario Vargas Llosa. El mejor de Vargas.

4. RAYUELA, Cortázar. Por su complicada estructura que sólo es cosa de lógica.

5. PEDRO PÁRAMO, Juan Rulfo. Uno de los libros preferidos por mi padre y en mi casa. Me llamó la atención por su complicidad con el más  allá.

6. LA TREGUA, Benedetti. Hice tregua en todo para leerlo de un tirón.

7. LOS HERMANOS KARAMAZOV. Dostoiesvki.

8. LA PESTE. Albert Camus. 

9. AZUL. Cantos de Vida y Esperanza. Rubén Darío. Duerme en mi mesita de noche, siempre cerca de mi corazón.

10. EL VARÓN  DOMADO. Esther Vilar. Entre mis predilectos en la juventud, me parecía perfecto en esos tiempos, hoy veo sus exageraciones. 

Muchos dejaron huella, no es cierto que uno es lo que lee, si así fuera, muchos no serían nada, no existirían. Especialmente los analfabetos. De cada libro se aprende algo, de algunos se aprende mucho y de otros se entiende que no habríamos perdido mucho si los hubiéramos pasado por alto. La lectura debe ser selectiva, hay quienes leen por placer, otros por obligación, otros por necesidad. 

Y decía que muchos dejaron huella, Nietzche, Hemingway, Emily Dickinson, Aristóteles, José María Egas, etc. 

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