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Mostrando entradas de 2007
CARTA ABIERTA AL SEÑOR RAFAEL CORREA DELGADO, PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DEL ECUADOR Señor Rafael Correa: Usted ascendió al poder por mandato del pueblo y bajo la constitución supuestamente vigente, una que ayer fue burdamente atropellada en La Cadena, una de la que usted hace caso omiso como si su único propósito fuera el de sembrar el caos y arremeter contra todo ordenamiento social, jurídico, legal, para mantener ocupadas las mentes de los ecuatorianos mientras se inventa enemigos y conspiradores en cada esquina y despliega su rabia y su odio sin sentido, no solamente contra Guayaquil, su cuna, sino contra todo el que no le da la razón y no le agacha la cabeza. Por qué le vamos a agachar la cabeza, señor? Las monarquías no tienen cabida en nuestro país. Tiene usted exactamente los mismos derechos que el resto de los ecuatorianos. Es más, usted es el primer servidor público, no sé si le queda claro este concepto. Usted es quien debería fomentar la paz, la concertación entre herm

FELIZ NAVIDAD 2007!

Por un camino de ceibos vuelvo a la infancia, entre las ramas verde esperanza de los árboles, se asoma incandescente una estrella que me guía. Es Marte, el planeta, pero yo no lo sé. Lo único que sé es que el astro ilumina mi sendero, que avanzo confiada. Miro extasiada la estrella y creo ver en ella una imagen conocida: tres personas, un hombre, una mujer, un niño. La Sagrada Familia -digo-, mientras me persigno emocionada. Había apretado el paso porque tenía temor de la oscuridad, ahora respiro aliviada disminuyendo la velocidad, me deslizo sin prisa para gozar de ese espectáculo que imagino solamente mío. Asumo que si no fuera por las tinieblas, no habría manera de apreciar el prodigio de la luz. Milagro! Todas las penas del camino pasan velozmente por mi mente como una película y van quedando atrás. Pero ni el recuerdo de los episodios más tristes de mi vida logra entristecerme. Siento paz, deseos de apretar ahora si el paso, arribar pronto a la meta, emprender una nueva jornada s

SAN JOSE

SAN JOSE durmiendo en una esquina entre cartón y pajas un hijo de Dios sueña con pan y mermelada sin José sin María soledad en la espalda con doce campanadas se despierta el mendigo es la iglesia que llama las luces de los árboles vestidos de colores destellos de opulencia asoman a sus ojos reflejo intermitente de ajena carcajada se arropa el indigente con su piel arrugada envuelto en el silencio curtido en su desgracia hace calor en el Guayas en New Jersey la nieve viste de blanco las casas y en las esquinas del mundo noche a noche madrugada a madrugada la navidad es real una mujer dando a luz muerta de hambre pariendo un sol de esperanza por amor o por capricho por error o conveniencia accidente o violación no importa la circunstancia los San José están escasos en confusión matemática los Jesús se multiplican en ascendente montaña que las Marías prefieren no permitirles nacer para cortar de raíz el eslabón de miseria que los encadena en serie al dolor a la violencia la pobreza la i

PINKA

hoy he visto a Pinka la he visto con los ojos del pasado busqué su sonrisa que a pesar del desconsuelo el tiempo no ha derribado en el camino del cáncer se le encogió el pecho se le creció el alma se le doblaron las piernas mas ella persigue el sueño volando como estrellita en noches de luna llena robándole la esperanza a cada paloma blanca hoy peleando con la distancia para poder abrazarla sacándole brillo a mis alas le di la vuelta a la almohada cerré los ojos rezando y Pinka trencitas de colegiala se me coló en la mirada pendiendo del cuello llevaba un rosario cuentagotas de dolor piedra por piedra ay ay ay tormento que la acorrala cuando quiso ponerse de pie a saludar mi llegada la ley de la gravedad le secuestró las vértebras terroristas contaminadas desertoras agazapadas engrosando las filas enemigas pues cuando más las necesitaba se le pusieron de espaldas para atravesar la estancia camina en silla de ruedas deja volar los suspiros y se arrima a la ventana por donde pasan los ár

LA CARTA DE MARISABEL

(Foto: "La Pili" Oleo sobre tela por Patricia Velasquez de Mera, Cherry Hill, 2004) La Carta de Marisabel Su voz sonaba rara cuando dijo “pare!”, pero no me importó… la sentí como mía, como si brotara desde el fondo de mi ser y viajara con familiaridad por mis cuerdas bucales para perderse en el aire en forma de palabras… Tal vez mi voz es rara. Al escuchar su acento, una sensación de plenitud alumbró mi sombra, como que me completé al descubrirlo. Sentí que ése era el hombre que había estado esperando junto a la ventana de mis ojos, desde el día en que nací… El pasó de largo, ni siquiera me miró. Avanzó como sobre nubes, visiblemente emocionado y al llegar al andén del tren, se fundió en un suave abrazo con otro hombre de características físicas muy similares a las de él. Luego del saludo, se acariciaron hondamente con los ojos y subieron al tren tomados de las manos. A veces, cuando pienso en esa tarde en que creí brevemente, haber encontrado al hombre de mis sueños, sonrí

HIMNO DE LIBERTAD

HIMNO DE LIBERTAD Levántate Guayaquil que se hace tarde ya suenan en el puente en la autopista los pasos del traidor que se aproxima Levántate que rugen sus entrañas con hambre de acabar con nuestra herencia Despierta que al calor de su demencia los sátrapas se mezclan con el viento para llover desgracia sobre el puerto Ya buscan pescador a río a revuelto confundir a las masas mas el pueblo ha de cobrarles una a una sus miserias Enfrenta Guayaquil la innoble histeria mutiladora deleznable y opresora Arriba Guayaquil mestiza hermosa candente invencible luchadora No te arredres ante el cínico malvado desertor con poderes maquiavélicos No le temas Guayaquil que en el pasado no pudieron contigo y con tu espíritu insolentes mercaderes de tu gloria No podrán los malos hijos de tu historia que se arrastran ante espadas extranjeras vencer a Guayaquil Azul y Blanco sagrada expresión de tu bandera Con tus ojos de niña tu cuerpo de mulata tu espíritu guerrero y tu sangre escarlata Guayaquil que r

CARTA ABIERTA A LOS DELINCUENTES QUE OFENDIERON A LA BANDERA DE GUAYAQUIL

CARTA ABIERTA A LOS DELINCUENTES QUE OFENDIERON LA BANDERA DE GUAYAQUIL Dicen por ahí que nadie ha protestado como se debe por la ofensa mayúscula de que fuera objeto nuestra bandera azul y blanco en manos de miserables asalariados, quienes nos han humillado públicamente en su plan sistemático y diabólico de control de Guayaquil, y repartición demagógica e irresponsable del territorio de nuestra provincia. Lo que no dicen y no reconocen los traidores que así se expresan, es que Guayaquil sí es de todos, porque en sus calles y plazas, en sus barrios populares o elegantes, hay una fanesca perfecta de granos multicolores, la de mejor olor, la de mejor sabor, en la que se mezclan a voluntad los sudores y los talentos, el sacrificio y la gloria de pertenecer a la más próspera, pujante, luchadora y hermosa de las ciudades del Ecuador, mestiza hasta el tuétano, en la que todos encuentran una oportunidad. Ciudad ejemplo de desarrollo a nivel mundial. Tampoco reconocen que al pisotear la bander

NO A LA PROSTITUCION!

Leyendo los diarios de Ecuador hace unos días, me llamó la atención un artículo que mencionaba que en alguna ciudad se había reubicado a las”trabajadoras sexuales”. Acompañaba al escrito la foto de varias prostitutas sentadas de espaldas a la cámara, sesionando con un panel de autoridades, mitad del cual eran hombres cuyas caras sí se podían ver ya que no se trataba de rostros de pecadores/as. Las espaldas de las acusadas que sin fórmula de juicio se debaten en la cárcel de la desesperanza, esas que amanecen y anochecen con un pie en la cuerda floja del abandono perverso y mañoso de una sociedad acostumbrada al doble discurso, más parecían pizarras marcadas por la X del sexo impúdico. Y por si fuera poco, delante de las acusadas, sentados en primera fila se podía ver dos policías, muralla humana entre los santos subidos en el pedestal del poder y las malas, abajo, en el llano del pecador confeso sin posibilidad de redención o derecho a la libertad. Al parecer se ha dispuesto en Ambato

FOTO DEL RECUERDO

Dagor, Alfredo Palacio Moreno y Lola Márquez Guayaquil es en el recuerdo un Malecón sin renovar, un Reloj Público esperando su hora estrella… Guayaquil es en la memoria, el río, el estero, las casitas del cerro, la Nueve de Octubre y el calor embriagador e inolvidable de los amigos y la familia. En 1994, el fabuloso escultor Alfredo Palacio Moreno, gloria del arte ecuatoriano y de América, recibió en el bar Barricaña, un homenaje por su brillante y fecunda trayectoria. De esa noche en la que la risa inolvidable del maestro alumbraba el evento, data esta foto, testimonio de admiración al "Chaval", más allá del tiempo y del espacio.

GUAYAQUIL

(Foto: "Las Casitas" Acrílico sobre cartón por Patricia Velásquez de Mera, Nueva Orleáns, 1998) GUAYAQUIL el viento en tu portal no tiene prisa cometa de verano ciruela en temporada Guayaquil volver a ti escuchar el tic tac del reloj desde una hamaca o el cric cric de los grillos traviesos mozalbetes mensajeros de lluvia de calor de nostalgia de la rotonda al redondel de Olmedo la libertad me saludaba el bullicio de su gente contagiaba el circo llegando en julio regresando en octubre con los mismos payasos envejeciendo entre carcajadas escondiendo pesares detrás de sus máscaras Guayaquil despertar una mañana los zapatos de la escuela brillando al pie de la cama páginas ingenuas ríos de luciérnagas en el diario de la infancia bajo mi balcón solían pasar funerales de bomberos filas impecables escuadras de guerreros marchando al cementerio acompañando al héroe caído en un incendio la trompeta gemía el silencio lloraba las casacas rojas se aferraban a él Guayaquil puente de piedr

CARICATURIZANDO

"DEMENCRACIA" Caricatura Digital por Patricia Velasquez de Mera, Raleigh, 2007

8002 SYCAMORE

(Foto: "La Laguna" por Patricia Velasquez de Mera. New Orleans, 1998) 8002 Sycamore Llegó apurado, frotándose las manos. Apretaba el periódico del día bajo su brazo izquierdo. En la mano derecha, como de costumbre, llevaba un pan empacado en papel de cera. Hacía frío, pero también como de costumbre, no llevaba calcetines y sus canillas blancas como la nieve relampagueaban entre los mocasines y el pantalón. Depositó el pan sobre la mesa y se sentó de espaldas al salón, frotando sus manos una contra la otra por largo rato. Little Watch (relojito) apareció de algún rincón y moviendo la cola se le pegó a la pierna con familiaridad hasta que se escuchó el grito: Maldita sea! Ya me pasaste el puñado de pulgas. Se levantó agitado, abrió la puerta y Little Watch salió pitando por ella. Volvió sobre sus talones y se dirigió a la chimenea, prendió el fuego sin sacarse el abrigo y se metió en la cocina. Mientras pasaba café leía con interés el diario y tomaba con placer -como si aquello

UNA LAGRIMA POR MARCEL MARCEAU

(Foto: "LAGRIMA AZUL". Oleo sobre tela por Patricia Velasquez de Mera, Cherry Hiil, 2000) a Marcel Marceau porque nos hizo reír porque nos enseñó a soñar porque nos dejó llorando UNA LAGRIMA POR MARCEL MARCEAU Cuando la muerte tocó a su puerta, guardó la máscara nívea en el bolsillo de su disfraz. Cuando la parca vino a buscarlo, sacó de la maleta la soga diáfana de su espectáculo. El silencio llegó ayer, ese silencio que él hizo hablar! Venía en un sobre lacrado en la mano de un emisario de rostro maquillado, listo para actuar. En letras escritas con hilos de luz, su nombre despedía destellos de eternidad: Monsieur Ma

LOS NIÑOS VICTIMAS DE LAS GUERRAS

(fotos:: 1 "Don Lucas", Arte Digital por Patricia Velasquez de Mera, Raleigh 2007; 2 "Payasita de hielo" Oleo sobre tela por Patricia Velasquez de Mera, Cherry Hill, 2004.) LOS NIÑOS VICTIMAS DE LAS GUERRAS estrella por estrella guirnalda son sus ojos de luna llena en verano llueven despacio en los huertos y el verso llora con ellos pero dónde están sus manos? cubriendo sus caritas en la cima del mundo guardando sus nirvanas en la torre del viento donde no los persiguen el trueno del cañón el terror y el tormento la sangre de sus mascotas quedó clavada en su hogar el rugir de los aviones ya no los hace temblar hoy sus narices mocosas pasean a pies descalzos los bosques del infinito hoy rebosan en sus ojos manzanas de la ilusión y en un corner del espacio solecitos de paso sus sonrisas luminosas esperan nuestro abrazo en la cresta del amor escriben su cuento su declaración de paz de compasión para sus asesinos oración de ternura canción de cuna que arrulla su

HAGAN SECO DE GALLO

(Foto: "El Funeral" Arte Digital por Patricia Velasquez de Mera, Cherry Hill, 2003) “Hagan seco de gallo. Los que quieran comer, que coman, los que prefieran llorar, que lloren…” Su voz suave y profunda, demasiado suave, demasiado profunda, sonaba no como la del moribundo que dispone los acontecimientos alrededor de sus últimos días, sino como la del próspero hombre de negocios siempre en control de todos los detalles, o como la del ex presidente del Consejo Municipal, la del hacendado entregado a la tierra con pasión, con esa dedicación inquebrantable que aprendió de sus progenitores. Pero sobre todo, era la voz del hombre, el padre, el esposo, el abuelo, que en sabia resignación, esperaba la muerte inminente, necesaria, ineludible. Había batallado con el cáncer por mucho tiempo, todas las estrategias para ganarle la batalla al enemigo se habían desvanecido. Los tratamientos fueron largos y dolorosos, todos parecían haber funcionado por unos días, al cabo de los cuales la en

JACINTA

Domingo 16 de septiembre de 2007 “He llegado a la conclusión de que la vida es círculos, de que todos somos círculos. Ahora también he empezado a sentir como que soy una piedra en un camino de espirales. Pero usted no me haga caso, las mías son palabras indescifrables de vieja, palabras que comprenderá si llega a mi edad…”. Se acariciaba el cabello plateado con un peine gastado que había pertenecido a su progenitora. Parecía poder visualizar el peine y con sonrisa de complicidad, como si pudiera ver en dónde se posaban mis ojos, comentó: “Era de mi madre, bello, verdad? Dígame por favor, exactamente de qué color es ahora y si todavía brilla. Son tantos años en este edificio sin luces…”. “Oiga niña, yo quisiera verla, acérquese, deje que le toque el rostro… Me la imagino de mejillas rosadas y de dientes grandes. De qué color es su mirada? No es como el mar porque cuando se me acerca no escucho los tumbos reventando. No es como el fondo de un túnel porque no se oye el eco de mi voz…”. S

PAYASOS UBICUOS

( Fotos: 1.- Estudio (digital) para "Rezando"por Patricia Velasquez de Mera, Cherry Hill 2005; 2.- Estudio (digital) para "Payasa Embarazada Triste" por Patricia Velasquez de Mera, Cherry Hiil 2003;. 3.- Estudio (digital) para "Payasa Embarazada Contenta" por Patricia Velasquez de Mera, Cherry Hill 2003. Veo la nariz de un payaso en todos los rincones. Cuando trato de empujarla con mi pluma hacia algún poema, salta al lienzo. Entonces, alrededor del círculo rojo brillante, va creciendo la piel, se van formando dos ojos, llega la ternura, se baja al corazón, y cuando dos manos me saludan, siento el abrazo, descubro otro amigo… triste pero con ganas de hacerme sonreír. Son madres, son padres, son vecinos... el maestro, el taxista, el oculista, la prostituta, el cantante... todos somos payasos actuando en el circo de la vida. UBIQUITOUS CLOWNS I see the nose of a clown in every corner. When I try to push it with my pen towards a
La Cardenal(a) Ese día llovió tanto que la gente salía en bañeras por las calles. Yo me armé un barquito de papel y me subí en él, lápiz en mano, lápiz remo recorriendo con placer cada paraguas, cada impermeable, cada chico travieso tirando piedritas desde los balcones de las casas. Cuando terminé el dibujo, hice una bola con él y me lo llevé a pasear por debajo de la lluvia. De tanto remojarnos, yo me enfermé y la bola de papel se deshizo. Esa noche, entre fiebre y dolores de cuerpo, soñaba con una dama vestida de rojo que casi se ahogaba y a quien rescataba de la muerte antes del último suspiro. En el sueño, la dama me pedía que leyera la carta. Me desperté sedienta en la madrugada y en el reflejo del espejo pude ver que la lluvia caía aún pertinazmente sobre Nueva Orleáns. Amanecí mejor. Al fin las nubes se habían alejado y el sol calentaba el barrio. Desde la ventana me imaginaba que estaba en Venecia, que había viajado a festejar el carnaval en góndola. Lo cierto es que aunque me
(Foto de la portada: "Y2K" Pintura al oleo por Patricia Velasquez de Mera, New Orleans, 1997) La primera vez que volví a pasar por donde un día estuvieron las torres gemelas, la zona cero de New York después del ataque terrorista, una sensación de impotencia flotaba en el ambiente enrarecido por el humo aún latente. Traté de escuchar el silencio dejado atrás por los miles de muertos en la horrenda pira, pero… no pude. Era como si el eco de esa horrible mañana no parara de ulular en todos los idiomas… Apreté el paso, la mañana era fría, y aunque el sol resplandecía, no se hacía sentir… Miré alrededor y todos teníamos lágrimas en los ojos. Claro, sólo unos días atrás el mundo entero lloraba ante sus televisores por la estampida cobarde que se llevó miles de vidas, quién sabe a dónde… Hoy es 11 de Septiembre, otra vez… el tiempo ha corrido como si nada hubiera cambiado. La luna sigue girando alrededor, peinándose en los espejos del Hudson cuando las nubes se lo permiten. El tren
LA DESPECHADA (Foto: "Caracola" Acrílico sobre tela por Patricia Velasquez de Mera. Filadelfia, 1999) Abrí mi cartera y encontré que el espejo de maquillarme se había roto. Mi cara se veía cuarteada, como si los pedazos de vidrio realmente reflejaran la furia del tiempo… Me perseguía un dolor insoportable, buscaba desaparecer, todo pasó tan rápido. Corrí sin rumbo a velocidad inverosímil. Me elevé en el aire y mientras volaba me brotaban alas que se derretían con la luz del sol. Caí de bruces en el bosque de los recuerdos, una suerte de valle atestado de árboles desnudos con los brazos levantados. Me paré como pude, lo busqué desesperadamente, preguntando aquí y allá por él, mostrándoles su foto pero ningún árbol lo conocía o a ninguno le importaba su paradero. Al final del valle había una montaña y supe que estaría ahí. Entré pisando fuerte, por si acaso, y lo vi durmiendo sobre un charco de mentiras. No me importó, me acerqué sin preámbulos y reconociendo mi olor, sin abri
UN AVE MARIA POR LUCIANO PAVAROTI Se fue a dormir el cantor, se llevó la garganta en una cajita llamada corazón. Corazón gigante que se desbordaba en su sonrisa de niño, corazón travieso que logró enlazar la ópera con la música popular, corazón inmenso que resistió la fuerza extraordinaria de su voz sin detenerse, sin explotar de gozo por 71 años. El tiempo se detuvo para Pavaroti pero él nunca se detendrá en el tiempo. Somos privilegiados los que presenciamos su paso por el mundo, pero las generaciones futuras lo conocerán aún más que nosotros porque las almas elegidas para la gloria, engendran más gloria al ser admitidas al otro lado del horizonte. Luciano se llevó en la mano su pañuelo blanco que tantas veces blandiera a favor de la paz, ese que secara su sudor de amor, de entrega a su público que también se entregó a él sin restricciones. El planeta entero lo amó y lo escuchó con devoción y pasión. Cantando en italiano lo entendía el ruso, el inglés, el chino, el hispano. Fenómenos

INTEMPORAL, POESIA DE PATRICIA VELASQUEZ EN LA VOZ DE LA DECLAMADORA MIRELLA CENTANARO

( Foto de la portada: "Campoazul" por Patricia Velásquez de Mera, Cherry Hiil, 2001. Oleo sobre tela) El CD “Intemporal”, proyecto que pertenece a Ligia Giler de Mera, contiene los poemas de Patricia Velásquez de Mera recitados por la declamadora Mirella Centanaro. El disco constituye una amalgama de talentos puestos al servicio de la poesía, misma que nos transporta por los caminos profundos y apasionados de Patricia, en la voz de Mirella, el extraordinario oído de Eddie Chiang Espinoza y la puesta en escena de todos estos elementos, que es obra de Eddie Chiang Centanaro. “Intemporal”, poema con que se inicia el CD, nos hace correr con emoción en busca del amor imposible, nos invita a volar, a surcar el cielo hasta encontrar la felicidad detrás de alguna de sus nubes… “El Bohemio” parece abrazarnos, casi podemos visualizar su piano, sus manos ansiosas, sus ojos soñadores. Su historia nos envuelve, nos deja con la sensación de algo que ocurre todos los días, en todas partes,

MAPA DE AMOR Y DE DOLOR... poesía

MAPA DE AMOR Y DE DOLOR fue presentado en la Feria Internacional del Libro de Guayaquil. En la foto, el Alcalde de la ciudad Jaime Nebot visita el stand y recibe el libro de manos de Francisco Silva Romo. ( Foto de la portada: "NUEVA ORLEANS, AMOR MARINO" por Patricia Velasquez de Mera, Cherry Hill, 2001. Oleo sobre tela) “Mapa de Amor y de Dolor”, Ediciones Abya-Yala, Quito, 2007, de Patricia Velásquez de Mera, es una recopilación de versos tomados al azahar de su “montaña de poemas” como le llama la autora a su colección, levantada palabra a palabra, en distintos momentos de su evolución como escritora. Podemos encontrar en este libro versos cargados de ilusión, de desencanto o de coraje de sus días adolescentes, junto a poemas recientes, en donde con serena madurez la artista le canta a sus hijos, a su madre, al amor, a la soledad, a la amistad, a la vida, a la muerte. Lo que impacta de la poesía de esta ecuatoriana talentosa, es la peculiaridad en la descripción de paisaj

LIBRO ENTRE DOS RÍOS

ENTRE DOS RIOS Baez Oquendo Editores, Quito 2001. (Foto de la portada: "TRECE DE OCTUBRE" por Patricia Velasquez de Mera, Nueva Orleans 1997. Oleo sobre tela) Para Patricia Velásquez Villacís “el arte es un par de gafas / devorando imágenes”, y hay que señalar que la voz lírica de ENTRE DOS RIOS devora todo cuanto flota en su entorno con una sapiencia y una sensibilidad únicas. Con éste, su primer poemario, esta escritora se rebela y se revela como una de las voces más prometedoras de la poesía ecuatoriana. Sus textos, a caballo entre el sonsonete clásico y el verso libre, fulguran como diamantes en la oscuridad. Una prostituta, un cantante, una guerra… Todo es poetizado por la mirada atenta de una poeta que es toda espontaneidad, toda temblor, toda ilusión. El título alude a dos geografías que la autora conoce perfectamente: la una, la norteamericana, con el majestuoso Mississippi al que escritores como William Faulkner o Mark Twain han dedicado memorables páginas; y la otr