Bendito lienzo de colores siempre nuevos, gracias por cambiarle el vestido a mi tristeza, por pintarme de rojo la nariz, por albergar la risa en cada flor, por ser verde como los campos regados por el llanto del cielo, por abrazar en silencio todos mis lutos, por permitirme volar en busca de tu horizonte... gracias!(Dagor)
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor