ahora cuando paseo por el parque invernal de tu mirada triste quisiera que entabláramos un diálogo risueño de historias macanudas y cuentos extraordinarios al más puro estilo de Mauro cruzas por muelles nostálgicos con las manos enlazadas escrutando rostros buscando una señal algún pasado y del bosque frondoso de los miles de folios de retos y contiendas que fuiste atesorando en tu cerebro luciérnagas de luz salta un relato que no esconde tu pasión tu privilegio: el fútbol y vuelves a tu mutismo como si te remontaras a un campeonato mundial que otros hemos olvidado la vida nos pone candados nos roba el bastón nos arrebata cuartillas horarios partidos torneos belleza material pero no borra lo actuado la vida es como ese diario de la ciudad que habitamos se desvanece en papel pero su contenido queda siempre levitando tu obra es monumental como un estadio de pie archivos inmaculados repletos interminables goles indelebles que no los destruye el tiempo ni el peso de algún quebranto salud H...
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor