A veces el tiempo se queda dormido, las manecillas del reloj parecen inertes. Afuera llueve o escampa, vuela la nieve, vibra el paisaje, sale el sol, baila la luna, se cierra la noche, se abre la ventana del amanecer sin que la respuesta que esperamos arribe. Mas la respuesta siempre existe, no como la imaginamos, como la planeamos, como la pedimos. Ella se posa frente a nosotros como palabra de Dios y nos vela. © Dagor PVV Enero 8, 2011
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor