... en algun momento para la lluvia, la del cielo y la de nuestros ojos, entonces reaparece el horizonte con su magia infinita, con su lista de espejismos abrazadores y de verdades irrefutables... para ti, campeona!
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor