Dios nos ampare de la insaciable voracidad de algunos indecentes empresarios pero también nos ampare de periodistas que desatan su odio personal y vergonzosas pasiones sobre columnas que deben ser utilizadas a favor de las mayorías y no en contra de unos pocos individuos. Que Dios nos ampare de los abogados del Diablo que utilizan su licencia legal para apadrinar ilegalidades y de los politicos nefastos de memoria floja que hoy se autodeclaran santos. Que Dios nos ampare de los gobernantes arrogantes y de los que hacen del poder su cuartel de ataque a quien no les da la razón. Que Dios ampare al Ecuador del doble discurso! Y que todos recordemos que somos propietarios de lo que callamos y esclavos de las palabras que pronunciamos. Que tengamos la prudencia y la sabiduría de recordar que no hay dedo que tape el sol! Patricia Velásquez de Mera Raleigh, Junio 21 de 2009
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor