deja correr tus cruces siémbralas en el viento que no obstruya su paso la voz de los sentimientos deja que el tiempo y el agua te rediman de tormentos deja que el dolor se aleje que se lo lleve la luz la luz del entendimiento Dagor
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor