el pájaro carpintero va llegando/ cargado con su pico y con su pala/ suspira mi soledad ilusionada/ el manzano se puebla poco a poco/ las arañas se meten en las casas/ los campos se levantan/ los cardenales alegres/ derraman hermosura y esperanza/// el cristal de mi ventana toma fotos/ de todos los jardines y los techos/ corretean las risas en mi barrio/ en medio de los árboles las voces/ tejen nidos de amor con mermelada/ transcurre el sol con su candente noria/ preludio de otro marzo en mi libreta/ promesa de abril en cada historia/// las trompetas de los lirios se desatan/ en una sinfonía de colores/ el invierno va muriendo lentamente/ llora en su funeral la primavera/ ya vuelven a empinarse entre las hojas/ los cantos de los grillos y magnolias/ los colibríes se abrazan/ y yo/ metida en una lágrima/ veo el tiempo pasar como el helecho/ que habita en las arrugas de mi alma/// © Dagor
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor