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Mostrando entradas de abril, 2014

LUIS FERNANDO, POR ACASO ME LEAS...

Luis Fernando: Hoy hubieras cumplido cuarenta, y probablemente hubieras pasado la mitad de tu fecha, resumiendo en un nuevo poema lo difícil de cuatro décadas sobreviviendo entre la esperanza, la salud a medias, la soledad, los golpes más duros sobre tu corazón de niño grande. Al final, los que te queremos, los que nunca te vamos a olvidar, hubiéramos terminado llorando contigo al leerlo, aunque no lo supieras, porque con cada estrofa nos habría invadido el ubicuo por qué de tus cuitas, sin alcanzar respuesta convincente alguna. Solamente ayer alguien se quejaba de su falta de fe, nos decía que no comprendía las enfermedades, las injusticias, la muerte. Le contestábamos buscando estirar el hilo de la confianza en lo vivido y en lo que queda por vivir, que no podemos exigir justicia si no la hemos fomentado, si no la hemos construido paso a paso con cada uno de nuestros actos. Le decíamos que las enfermedades son necesarias para darle paso a la muerte, por más incomprensible que el

ES LA POESÍA

Duerme debajo de puentes, amanece colgando del pico más alto de una montaña, vuela entre las alas de las mariposas, hilvana sueños de libertad entre los cuatro puntos cardinales del planeta. Habita todas las guerras, conoce todas las miserias. A la hora de amar, como si fuera un tango, pasa de la ternura a la pasión; es fuego entre las sábanas de letras. Llanto torrencial en primavera, sol canicular, vino que besa, vicio, confesiones sempiternas, pequeña habitación, flor en la tumba, libro en la mesa. Y cuando la noche llega, desciende al fondo del mar a descansar, convertida en sirena, ataviada en su traje de princesa.  Es, la Poesía. (Dagor)