ya se apagaron las luces fugaces de los fuegos artificiales, el cielo abunda en oscuridad y yo, desde la misma ventana de siempre, levito en el silencio nocturnal... el farol duerme junto a las ramas del manzano... quisiera poder contar los ojos de las aves que me miran desde las sombras...
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor