Camino entre las hojas secas que van dejando todo atrás. Volvió el otoño, el de los suspiros infinitos frente al árbol que en unos días, despojado de prejuicios, se desnudará al ritmo del viento helado e inclemente. Al empinar mi nariz, silvan los olores a popurrí, vuelan los sueños de la tierra, los pétalos de las flores se desprenden uno a uno, se desmayan ante el paso de las estaciones de la vida… Dagor
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor