yo soy Guayaquil la niña de tus ojos León Febres Cordero yo soy esa mestiza que amanece de un sueño recurrente invicto irrenunciable llamado libertad mi canto es esa voz del viejo río Guayas yo corro por el cerro jugando a las casitas persigo a las iguanas que alegran mis historias bailando en las orillas del Estero Salado yo soy Guayaquil tú mi soldado León Febres Cordero el que llegó rugiendo para ahuyentar piratas y con hilos de plata cual duende enamorado me restauró el vestido la gloriosa bandera por siempre azul y blanco guerrero invencible León Febres Cordero hoy me has hecho llorar al levantar el vuelo sin claudicar un paso como a sirena en duelo me dejaste un abrazo dibujado en la orilla te bajaste del barco caminaste a las aguas del mar de lo infinito sin mirar hacia atrás me besaste las manos y partiste al encuentro del regazo final por eso estoy aquí porque yo soy Guayaquil tu heroico pueblo palpando reverente tu frente en el cristal mis lágrimas son hombres caminando a tu ...
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor