vamos a pretender que no hay tristeza que la ventana soleada es el ojo del alma que la cortina de episodios grises es un telón a punto de subir una obra por reestrenarse un aplauso sin estruendos una mágica llovizna de luciérnagas dejándose caer a cuentagotas sobre un bosque petrificado de pinos y eucaliptos que nunca perdieron su aroma Dagor PVV
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor