Un Cuento para Pinka, óleo sobre tela por Patricia Velásquez de Mera, Raleigh 2007. Pinka: Cuando pinté este cuadro para ti, todos los elementos bajaban al lienzo fácilmente. como buscando su espacio, solamente faltabas tú para que se iniciara la función. Ahora eres parte del acto que yo no puedo atestiguar, ese es el límite del arte y de la vida, pero tú ya tienes otra vida y te sueño ataviada en tu mejor traje de luces, bailando en el escenario del infitino con persistencia mágica…. Hasta siempre, Pinka. Patricia
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor