Aquellos aduladores que suelen endiosar a otros seres humanos por su obra, por su talento o por su originalidad, en primer lugar echan a perder al nuevo "Dios" y en segundo lugar buscan sacar ventaja de la luz ajena. (a) Dagor Noviembre 2010
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor