las voces del tiempo pululan por mis sienes como si fuera invierno en plena primavera del siglo XXI ahora cuando sueño el viento se detiene sin ruido en la garganta se anuda como puede para no sollozar cuando elevo las manos mariposas cansadas pálidas resecas en contraluz se agitan como pañuelos viejos a punto de volar Dagor
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor