(Foto: "LAGRIMA AZUL". Oleo sobre tela por Patricia Velasquez de Mera, Cherry Hiil, 2000)
a Marcel Marceau
porque nos hizo reír
porque nos enseñó a soñar
porque nos dejó llorando
UNA LAGRIMA POR MARCEL MARCEAU
Cuando la muerte tocó a su puerta, guardó la máscara nívea en el bolsillo de su disfraz. Cuando la parca vino a buscarlo, sacó de la maleta la soga diáfana de su espectáculo.
El silencio llegó ayer, ese silencio que él hizo hablar! Venía en un sobre lacrado en la mano de un emisario de rostro maquillado, listo para actuar. En letras escritas con hilos de luz, su nombre despedía destellos de eternidad:
Monsieur
Marcel Marceau
Entonces, reconociendo su guante en la diestra del mensajero, eligió su mejor traje de arlequín y se deslizó por el hilo imaginario, tomando un atajo de luz hasta llegar al teatro de la esperanza para hacerse cargo de su investidura de mimo egregio del más allá…
se fue en silencio
si hubo lamentos
no se escucharon
sus pies cansados
duermen en paz
bajó el telón
rodó una lágrima
sobre su rostro de soledad
hay un fantasma
deliberando
la pantomima de su final
los escenarios están de luto
quizá en las noches vuelva su risa
cuando el silencio que tanto amaba
suene en los circos y él los invada
la muerte mata
sólo a los débiles y a los ególatras
mas los que viven intensamente
su compromiso de humanidad
son sempiternos
viven su huella
nunca se van!
entre los cráteres de la luna
duerme un payaso
anacoreta su inmensidad
la tenue brisa toca su rostro
el sol se ríe con las estrellas
llueve en la tierra risa inmortal
Bip Bip…
Patricia Velásquez de Mera
Raleigh, Septiembre 23, 2007
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