ESCUCHE SEÑOR CORREA!
Es una pena, pero es obvio que la contundente y multitudinaria respuesta del pueblo de GUAYAQUIL al enorme poder de convocatoria del Alcalde Jaime Nebot, en lugar de hacer reflexionar a Rafael Correa, le fastidió al punto de no poder evitar, una vez más, decir algo sin sentido. Otra vez ofendió a GUAYAQUIL aseverando que la marcha fue producto de una estrategia regional de la oligarquía latinoamericana. Lamentablemente, la única estrategia multinacional aquí, es la de los mandatarios de ciertas naciones, harto conocidos por sus regímenes injustos, excluyentes y falsamente apellidados socialistas. Nos solidarizamos con todo pueblo atropellado por tiranos y opresores pero nuestra lucha es nuestra, sugerir semejante disparate sólo enciende más la llama de la decepción en nuestro ECUADOR. Lo del jueves fue espontáneo, algo de lo que evidentemente, careció la marcha del movimiento País por su primer año en el gobierno. El abuso de poder que reina en Bolivia, ese sí es parte del plan del clan de los tres líderes, que están queriendo obligar a sus respectivos países a despeñarse por caminos de esclavitud y miseria.
Pero volviendo a lo nuestro, fue penoso ver a compatriotas de lugares fríos soportando las altas temperaturas, deshidratándose el día de la marcha de País, obligados todos a desfilar lejos de sus ciudades de origen, a viajar incómodamente y mantenerse de pie en la avenida Nueve de Octubre, mientras únicamente los muy allegados al Presidente disponían de sillas para descansar. Cuánto respeto y amor a los ecuatorianos, cuánta equidad, cuánta justicia social! Muy probablemente, algunos de los ciudadanos que nos visitaron ese día, se quedaron a vivir en La Perla al olfatear aires de libertad y progreso en nuestra urbe. Y muy probablemente, el día 24 de enero, marcharon junto a Nebot por esa oportunidad de futuro.
Escuche bien señor Correa, no nos ofenda más, no nos provoque, no nos vamos a cansar de protestar, de levantar la voz para poner punto de orden, usted no nos va a intimidar, el porvenir de nuestra ciudad y de nuestra patria, es sagrado y no le vamos a permitir de ninguna manera que haga con nuestra dignidad y nuestro derecho a vivir en democracia, lo que le de la gana. Ya lo dijo en nuestro nombre el Alcalde, esto es el comienzo, no vamos a desmayar para defender lo que nos pertenece y sepa usted que la convocatoria de nuestro primer personero municipal, fue mutua. El invitó al pueblo a marchar y el pueblo lo invitó a él a regresar en las urnas por su trayectoria como burgomaestre, porque no nos ha fallado, porque se tomó con honor y responsabilidad su paso por el sillón de Olmedo. Fácil es decir que la caminata fue organizada por el PSC pero señor Correa, compare usted su arrollador triunfo con la votación que el partido que a usted le quita el sueño -y ya sabemos porqué-, sacó en las últimas elecciones y la respuesta es obvia. No mienta, no se mienta, no haga mentir a sus colaboradores, no pague sumas millonarias en propaganda falsa, vulgar y ridícula en la que nadie cree. Por qué no usó ese dinero de las cuñas en contra de la marcha, en algo útil para el pueblo? Se queja de que se gasta mucho en GUAYAQUIL y puso tantos dólares en esos avisos que no le dieron resultado? Lo del jueves 24 de enero fue una lección insuperable de civismo y unión entre hermanos ecuatorianos, una de irrevocable vocación de libertad bajo nuestra bandera azul y blanco, la de la paz y el trabajo.
No somos borregos, señor, no nos adueñamos de tragedias ajenas, no hay nada que le haga perder a usted más terreno entre los “madera de guerrero” que estos ataques sin “majestad” que hace contra su propia ciudad y los conciudadanos. Estamos bastante ocupados tratando de convivir con el error de haberlo elegido presidente, para importar los problemas de otros países a nuestro “cantoncito”. Somos originales, no copiamos formas de protestar, somos más creativos que aquellos que calcan estilos extranjeros, somos el ECUADOR en GUAYAQUIL, somos intrínsecamente libres. Si tanto nos odia, ignórenos, déjenos vivir en paz, aprenda a respetar a nuestro pueblo y a la ciudad que lo vio nacer. Por favor, aún está a tiempo, si quiere diálogo estamos dispuestos, pero si lo que quiere es guerra, le responderemos al más puro estilo guayaco, con estruendosas y demoledoras manifestaciones de paz y lealtad.
© Patricia Velásquez de Mera