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TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN AL GUAYAS

mi cielo siempre parece
como una colcha de parches
retazos de GUAYAQUIL
cosidos con piel de iguana
cual luces de Cristo Rey
iluminan mi ventana

itinerario del retorno
pasaporte que levanta
trineos de papel
entre nubes de mermelada
mangos rodando traviesos
escaleras enceradas

GUAYAQUIL
yo no estoy sola
miles ansían volver
a dejarse acariciar
por tus manos encantadas

GUAYAQUIL
la luna que me diste
vela mis madrugadas
tus muelles tienden mi cama

sueño contigo

La Rotonda SIN Bolívar
El Parque del Centenario
El Malecón y las plazas
los puentes y las miradas
de los hombres y mujeres
que le dan cuerpo a la historia
mi ciudad de ayer y hoy
bancos de La Inmaculada

libre como el río corres
por mis venas y palabras
aunque han pasado los años
este amor nunca descansa

la distancia se alimenta
con nostalgia de empanadas
el bus llegando al colegio
escuela de la constancia
el pañuelo de guerrero
los manteles que se visten
del color de la bandera
en las mesas de mi casa
donde los pasillos besan
las manos y la esperanza

hurgando el baúl encuentro
versos de la niñez
arrugados pero vigentes
recados urgentes
para el sol de mi ciudad
escritos en el recreo
patio del Santo Domingo
trópico ardiente
Fuerza 9 de Octubre
cuidaremos la heredad

cada estación del camino
me acerca más al principio
GUAYAQUIL
ni un paso atrás!

vuelvo a ti cada mañana
vértigo la vida
prisión la letanía de la espera
boleta de libertad
esta carta

GUAYAQUIL
dentro de mi guitarra
moras ilusionada
esperando por nosotros
tus hijos
la música de tus alas
tus hijos que te buscamos
de todas las latitudes
piedritas de patacón
ascendiendo por Las Peñas
ribera olor a canguil
con sabor a camarón
grillos en los balcones
y siempre atados al muelle
barcos cacaoteros
promesas de chocolate
abrazando lechuguines
del río de nuestro puerto

entre palmeras ardientes
que la brisa serpentea
bajo estrellitas de paja
de color azul y blanco
jugamos a la rayuela
contando los corazones
que se suman al proyecto
de velar tu integridad
sin temor y sin tardanza

por un camino sin tiempo
todos vamos a llegar
a besarte las orillas
tu nos pasarás revista
volveremos a vencer
una y mil veces y en paz
lograremos preservar
esa gloria que mereces
princesa de velo oceánico
puerto de la hermandad
líder de todas las playas
corazón del Río Guayas
mi ciudad!


© Patricia Velásquez de Mera

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8002 SYCAMORE

(Foto: "La Laguna" por Patricia Velasquez de Mera. New Orleans, 1998) 8002 Sycamore Llegó apurado, frotándose las manos. Apretaba el periódico del día bajo su brazo izquierdo. En la mano derecha, como de costumbre, llevaba un pan empacado en papel de cera. Hacía frío, pero también como de costumbre, no llevaba calcetines y sus canillas blancas como la nieve relampagueaban entre los mocasines y el pantalón. Depositó el pan sobre la mesa y se sentó de espaldas al salón, frotando sus manos una contra la otra por largo rato. Little Watch (relojito) apareció de algún rincón y moviendo la cola se le pegó a la pierna con familiaridad hasta que se escuchó el grito: Maldita sea! Ya me pasaste el puñado de pulgas. Se levantó agitado, abrió la puerta y Little Watch salió pitando por ella. Volvió sobre sus talones y se dirigió a la chimenea, prendió el fuego sin sacarse el abrigo y se metió en la cocina. Mientras pasaba café leía con interés el diario y tomaba con placer -como si aquello

NADA SOY

nada soy  o soy tan poco  como una maceta discreta  que olvidada y solitaria  observa desde la ventana  los transeúntes que pasan  apenas soy en mi estancia  la esquina fortuita de una casa  ubicada en cualquier manzana  poeta desencantada  tomando notas  fotografiando sonrisas con las pupilas cansadas  para poder reflejarlas  entre los versos del alba mientras los zapatos sangran  por calles imaginarias  largas calles no empedradas  plagadas de dolor  de desesperanza  eso soy  o no soy nada  una huida permanente  un paso en el andén constantemente  un atardecer lleno de nubes  sobre la playa de los indolentes  nada soy  o soy tan poco  transparente anacoreta  pintando sobre muros invisibles  los rostros de otros bardos  que no calzan en las listas repetidas  en las alfombras purpúreas  de los mercaderes de la humanidad Dagor  Abril 25, 2023

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