cada vez que pasas
aún cuando ya no me saludas
tu imagen esquiva
que fue tan de mi estancia
ignora mi perfume
mas el corazón de tu entraña
humilde se detiene
subyugado por mi sombra
que te ama
de espaldas a todos
tu ternura me llama
ignorando los ruidos
de los carros que transcurren
tu mano transparente
se cobija en mis palmas
me quemas con tus ansias
tu piel despierta en mis poros
el tiempo que no descansa
nos vuelve a hacer prisioneros
de esa fuerza inextinguible
que nos unió y nos delata
aunque me hayas traicionado
con tu falacia mundana
cada vez que nos veamos
el amor saltará a las ganas
y detendremos el final
las mentiras
los compromisos
las batallas
para besarnos con los ojos
y fornicar con el alma
Patricia Velásquez de Mera
aún cuando ya no me saludas
tu imagen esquiva
que fue tan de mi estancia
ignora mi perfume
mas el corazón de tu entraña
humilde se detiene
subyugado por mi sombra
que te ama
de espaldas a todos
tu ternura me llama
ignorando los ruidos
de los carros que transcurren
tu mano transparente
se cobija en mis palmas
me quemas con tus ansias
tu piel despierta en mis poros
el tiempo que no descansa
nos vuelve a hacer prisioneros
de esa fuerza inextinguible
que nos unió y nos delata
aunque me hayas traicionado
con tu falacia mundana
cada vez que nos veamos
el amor saltará a las ganas
y detendremos el final
las mentiras
los compromisos
las batallas
para besarnos con los ojos
y fornicar con el alma
Patricia Velásquez de Mera
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Carlos L.