No existe el silencio cuando uno camina sobre la alfombra que teje el otoño... Con cada pisada las hojas se van tornando polvo... A ratos el viento se rebela, las levanta como plumas y ellas se agitan como si tuvieran alas, vuelan, se salvan... Mientras observo la catarsis, no puedo eludirla, mastico la niebla, avanzo saboreando las nubes bajitas en esta mañana en que el sol tarda en llegar... (C) Dagor. Noviembre 23, 2010
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor