ella era breve
como esas flores tímidas
bañándose sin luz
sobre los campos mágicos
nunca antes depilados
y aunque vivía sepultada
en profunda oscuridad
él la miraba extasiado
él era fuerte y romántico
como un tamarindo frondoso
que no abandona a su viuda
mientras ella se pasea
llorando su soledad
habitaban aislados
un mundo milenario
donde el alimento diario
era el amar por amar
del vientre de ella subía
una estela de incienso
que olía a joyas del mar
sus ojos ya no estaban
en su lugar las cuencas
profundas de su espíritu
serenas habitaban
él la acunaba sin tiempo
en la alcoba subterránea
tejida a punta de semen
de restos de caracoles
lazos de escamas antiguas
fuego de piedras sin par
allí
después de miles de años
entre espejitos de nácar
peinaba sus cabellos lacios
lavaba su cara con tierra
paraba el tiempo en sus brazos
habitando por siempre en su regazo
allí
donde nada los quemaba
los despertaba
los perturbaba
jugaban entre raíces
de ceibos encantados
y en las esquinas secretas
donde ninguna deidad
interrumpía su orgasmo
bailaban el vals de los enamorados
derepente un día soleado
iluminaron su cueva
para exhibirlos
para exponerlos al mundo
para estudiarlos
por el tan simple pecado
de haberse muerto abrazados
y aunque su estancia cambió
su leyenda siguió hablando
AMANTES DE SUMPA
lecho de locos románticos
únicos rebeldes mágicos
que desafiando los siglos
siguen haciendo el amor
aunque no estén respirando
nativos soñadores
atesorando quimeras
para ellos la primavera
sigue floreciendo abajo
donde la luz no penetra
donde no rugen las máquinas
ni las voces de los carros
allí tejen la utopía
de su misterio de barro
pernoctan contando flores
que sólo ellos pueden ver
ya no hay besos de escorpiones
ni se humedece la tierra
cuando comienza a llover
en su lugar hay miradas
que escudriñan su ternura
hay premura de entender
la caricia intemporal
de un hombre y una mujer
tallados en calicanto
otros pueblos veneran
oro figuras de mármol
nuestra reliquia sui géneri
tiene el candor de la vida
no es historia repetida
es una excelsa lección
un testimonio de amor
escrito a dos corazones
a cuatro manos sencillas
sobre un cuaderno infinito
la eternidad!
Dagor PVV
como esas flores tímidas
bañándose sin luz
sobre los campos mágicos
nunca antes depilados
y aunque vivía sepultada
en profunda oscuridad
él la miraba extasiado
él era fuerte y romántico
como un tamarindo frondoso
que no abandona a su viuda
mientras ella se pasea
llorando su soledad
habitaban aislados
un mundo milenario
donde el alimento diario
era el amar por amar
del vientre de ella subía
una estela de incienso
que olía a joyas del mar
sus ojos ya no estaban
en su lugar las cuencas
profundas de su espíritu
serenas habitaban
él la acunaba sin tiempo
en la alcoba subterránea
tejida a punta de semen
de restos de caracoles
lazos de escamas antiguas
fuego de piedras sin par
allí
después de miles de años
entre espejitos de nácar
peinaba sus cabellos lacios
lavaba su cara con tierra
paraba el tiempo en sus brazos
habitando por siempre en su regazo
allí
donde nada los quemaba
los despertaba
los perturbaba
jugaban entre raíces
de ceibos encantados
y en las esquinas secretas
donde ninguna deidad
interrumpía su orgasmo
bailaban el vals de los enamorados
derepente un día soleado
iluminaron su cueva
para exhibirlos
para exponerlos al mundo
para estudiarlos
por el tan simple pecado
de haberse muerto abrazados
y aunque su estancia cambió
su leyenda siguió hablando
AMANTES DE SUMPA
lecho de locos románticos
únicos rebeldes mágicos
que desafiando los siglos
siguen haciendo el amor
aunque no estén respirando
nativos soñadores
atesorando quimeras
para ellos la primavera
sigue floreciendo abajo
donde la luz no penetra
donde no rugen las máquinas
ni las voces de los carros
allí tejen la utopía
de su misterio de barro
pernoctan contando flores
que sólo ellos pueden ver
ya no hay besos de escorpiones
ni se humedece la tierra
cuando comienza a llover
en su lugar hay miradas
que escudriñan su ternura
hay premura de entender
la caricia intemporal
de un hombre y una mujer
tallados en calicanto
otros pueblos veneran
oro figuras de mármol
nuestra reliquia sui géneri
tiene el candor de la vida
no es historia repetida
es una excelsa lección
un testimonio de amor
escrito a dos corazones
a cuatro manos sencillas
sobre un cuaderno infinito
la eternidad!
Dagor PVV
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