se levanta el telón de la vida/
de una vida extraordinaria/
los ojos apuntan todos/
al hombre que ya no está/
mientras habla su cuaderno/
la sala crece en recuerdos/
suspiran las cuatro esquinas/
del teatro del más acá//
el público que extasiado/
aplaude sin saber por qué/
de pronto se queda callado/
cuando se apagan las luces/
y se vuelven a encender/
para dar paso al elenco/
que sin haber actuado/
hace una venia profunda/
como en un pacto sarcástico//
bajo un sol de candilejas/
la soledad y un sombrero/
dos sillas y un vaso de agua/
tras bastidores silencio/
sobre las tablas su estela/
que se quedara atrapada/
por amor y convicción/
entre sudor y repasos/
entre risa y añoranza/
bambalinas y azulejos//
cuánta ironía en su verbo/
cuando el hombre empieza a hablar/
por favor cuánta elegancia/
la gente mira extasiada/
el escenario vacío/
al mismo tiempo repleto/
Pipo caminando en círculos/
con su mirada infinita/
con su ternura de ensueño//
lleva algo entre sus manos/
pero qué tiene en su pecho/
colgando con sorna y gracia/
iluminando cual fuego?/
prosigue al pie de la letra/
luego improvisa el libreto/
el “… qué dirán” ni le importa/
magistral concluye el cuento/
se retira del proscenio//
ruge el aplauso por siempre/
Q.E.P.D. en su luna/
de ocurridos parlamentos/
pero que viva en la historia/
del teatro guayaquileño/
JOSÉ MARTINEZ QUEIROLO/
un maestro de maestros//
©Patricia Velásquez de Mera (Dagor)/
Marzo 22 de 2013
Hace un cuarto de siglo Eddie Chiang Espinoza ya estaba cantando… Empezó a hacerlo hace cincuenta años, en el vientre materno. La adolescencia lo sorprendió abrazado apasionadamente a una guitarra. Una de las voces más exquisitas de la música popular en el Ecuador, Eddie se compenetró con su destino de cantante desde muy joven, comprendió que la tarea no sería fácil pero sería hermosa, supo que con su voz podía encarnar al poeta, al compositor y aportar con su interpretación impecable para formar un trío de un sólo hombre, una amalgama de técnica, ternura y pasión con la cual llegaría a tocar el alma de todo el que haya tenido el privilegio de escucharlo. El título de su primer long play "INTIMIDAD" sin duda marcó su trayectoria Su canto es siempre íntimo, se le hace fácil llegar por el oído al corazón del público. Su voz fluye naturalmente, como cuando el pintor se para frente al lienzo y las imágenes empiezan a plasmarse solas, a cobrar sentido, a tener una razón de ser s...
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