Amado Padre://
Otro domingo para celebrar que soy fruto de tu semilla, para festejar tu mirada, tus convicciones, tu presencia que se mantiene radiante, sin sombra alguna sobre el ya largo camino de mi vida. Un domingo en el que con un poco de suerte, alguien te llevará flores y las depositará junto a la tumba en la que pretenden que habitas. Si el ramo aguanta el sol canicular de Guayaquil, seguramente, como por arte de magia, terminará en otro lugar. Y tú, seguirás tan campante.//
Si estuvieras físicamente vivo, tendrías cien años, edad suficiente como para estar no solamente mucho más allá del bien y del mal, si no como para haber comprobado que no importa cuánto se haya sacrificado una generación o varias abriendo camino para que un pueblo alcanzara su libertad, ya que basta que nazca un tirano, que crezca un tirano y llegue al poder, para echar a la basura cualquier constitución que proteja a los ciudadanos de una nación, y armar un nuevo libro de leyes que se ajusten a su prepotencia, a sus abusivos intereses. Con cuánta entrega luchó tu siglo en contra del autoritarismo, el maquiavelismo, los monopolios, las dictaduras. De qué ha servido, Padre? No me lo vas a creer, todavía en el Ecuador hablan los políticos acerca de la izquierda y la derecha, pero nadie mira al centro, en donde se encuentran desempleados, indigentes, ignorados, malnutridos, enfermos y hastiados, la gran mayoría de nuestros compatriotas.//
Si estuvieras físicamente vivo, tus ojos intensos y profundos me mirarían más allá de la razón y me dirían cuánto amas la vida, a pesar de todos sus bemoles. Te contaría que tienes dos docenas de nietos y cuarenta y un bisnietos que honran tu memoria, que valió la pena, como dice el poema “que hayas sido un hombre para que mi madre haya sido una mujer”, y juntos haber fundado nuestra familia. Mi madre vive, y te recuerda como un gran ser humano. Si en las vueltas del camino le causaste algún dolor de cabeza, ella debe haberlo olvidado por intrascendente y en cambio brilla su mirada al rememorar todo lo bueno que trajiste al mundo, hombre desprendido, sacrificado, auténticamente comprometido con las grandes cuestiones sociales, amante de la paz, enamorado perdido y defensor por convicción del Ecuador y de su gente. Sí, mi madre te mantiene vivo en su memoria y en la nuestra.//
Si estuvieras físicamente vivo, llorarías al ver reducidas a escombros las que fueron nuestras casas, o a lo mejor, sabiamente recordarías lo que nos enseñaste “que un techo sólo sirve para guarecernos temporalmente de la lluvia”. Entonces añadirías que “paradójicamente, siempre seremos parte de ella y a ella volveremos”.//
Si estuvieras físicamente vivo, estarías más enfermo de lo que estabas la última vez que nos vimos. Y eso, sería insoportable.
Si estuvieras físicamente vivo, te abrazaría en silencio y emocionada dibujaría tu perfil con las yemas de mis dedos.//
Tu Dagor
(Foto: "La Laguna" por Patricia Velasquez de Mera. New Orleans, 1998) 8002 Sycamore Llegó apurado, frotándose las manos. Apretaba el periódico del día bajo su brazo izquierdo. En la mano derecha, como de costumbre, llevaba un pan empacado en papel de cera. Hacía frío, pero también como de costumbre, no llevaba calcetines y sus canillas blancas como la nieve relampagueaban entre los mocasines y el pantalón. Depositó el pan sobre la mesa y se sentó de espaldas al salón, frotando sus manos una contra la otra por largo rato. Little Watch (relojito) apareció de algún rincón y moviendo la cola se le pegó a la pierna con familiaridad hasta que se escuchó el grito: Maldita sea! Ya me pasaste el puñado de pulgas. Se levantó agitado, abrió la puerta y Little Watch salió pitando por ella. Volvió sobre sus talones y se dirigió a la chimenea, prendió el fuego sin sacarse el abrigo y se metió en la cocina. Mientras pasaba café leía con interés el diario y tomaba con placer -como si aquello
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