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MEMORIA QUE MUERDE

hoy al cerrar los ojos/ escuché fuego cruzado/ entre bicéfalos/ de doble discurso/ pisándose los rabos/// la historia se repite/ todopoderosos peleándose/ desde el inicio de la república/ arrancándose la supremacía/ como perros del hortelano/// patrañas institucionalizadas/ tempestades furibundas/ degradantes alienantes/ lluvia ácida en dos frentes/ el balcón de la ceguera/ y algún pseudo periodista/ quemando al insultador/ con su propia medicina/ en las narices del soberano/ del único soberano/ el pueblo ecuatoriano!/// inexorable represalia/ como siempre/ como ha sido desde antaño/ todo se reduce/ a un simple cambio de mando/// memoria que muerde/ que persigue/ pesadilla dilatada/ en el campo/ en las montañas/ en el corazón urbano/// el derecho es de papel/ se tacha/ se quema/ se guarda en cajones del amo/// las noticias se alteran/ se incineran/ en hornos de segunda mano/ antes de que salga el pan/ a quién diablos le importan/ si no es para sacar partido/ la ignorancia/ el silencio impuesto/ la marginalidad/ la insalubridad/ que oprimen al ser humano?/// hoy soñé/ con piedras en los zapatos/ hincándonos los pies/ urgiéndonos a opinar/ a enfrentar al enemigo/ a desenmascararlo/// a gritarle en sus párpados esquivos/ que equidad es mucho más/ que darle pan barato al proletario/ cuando gobierno a gobierno/ los amos cenando en palacio/ en cada plato de sopa/ se devoran un salario/// arrogantes improvisados/ dos caras de una moneda/// sin valor por ambos lados hoy al abrir un diario viejo/ me encontré con el tiempo/ que casi no ha caminado/ mentiras a cuatro columnas/ corriendo de mano en mano/// pero algo ronda en el aire/ un humo de color turbio/ que ahoga/ narices que detestan/ el hedor de la injusticia/ de la ambiguedad/ del discurso maltratado/ rocas de dolor antiguo/ colgando de las paredes/ del cerebro colectivo/// los crédulos nos hemos cansado!/// hoy soñé/ con aves silbando en el viento/ como luces de bengala/ despejando las tinieblas/// antorchas de reivindicación/ tejiendo oraciones de libertad/ escribiendo nuevos himnos/ cambiando el concepto de paz/ que nos oprime desde el pasado/// hoy soñé/ con una ola de determinación/ reverdeciendo con valentía/ las orillas del río ciudadano/// hoy soñé/ con luciérnagas voluntarias/ apostadas a lo largo del camino/ puente de la independencia/ que cruza de corazón a corazón/ de ciudad a ciudad/ de barrio a barrio/ y encuentra su luz pasito a paso/// urge asumir la palabra/ tenemos derecho a levantarla/ a escuchar su eco y repetirla/ desde el mar a las montañas/ sin que interfieran las injurias/ entre los gobiernos de turno/ y los mandos reaccionarios/// a los recaderos del demonio/ asechando desde siempre/ en las esferas del poder/ aferrados a libros maquiavélicos/ debemos hablarles claro/// a los nuevos profetas/ que con espadas ajenas/ pretenden distraer al pueblo/ vamos a decirles sin reparos/// no nos tomen por tontos/ titiriteros de ambos bandos/ ya no van a utilizarnos/ aunque nos amenacen con botas/ aunque nos opriman con sus tentáculos/ vamos a resistir/ no van a intimidarnos/ aunque nos quieran comprar con limosnas/ a su monárquico paso/ aunque con ráfagas de cinismo/ y mucho más de los mismo/ la metralla de la dictadura/ disfrazada de izquierda/ o de derecha/ de constitución o de periódico/ pretenda sorprendernos/ atropellarnos/ dividirnos/ acuchillarnos/ una vez más/// © Patricia Velásquez de Mera

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8002 SYCAMORE

(Foto: "La Laguna" por Patricia Velasquez de Mera. New Orleans, 1998) 8002 Sycamore Llegó apurado, frotándose las manos. Apretaba el periódico del día bajo su brazo izquierdo. En la mano derecha, como de costumbre, llevaba un pan empacado en papel de cera. Hacía frío, pero también como de costumbre, no llevaba calcetines y sus canillas blancas como la nieve relampagueaban entre los mocasines y el pantalón. Depositó el pan sobre la mesa y se sentó de espaldas al salón, frotando sus manos una contra la otra por largo rato. Little Watch (relojito) apareció de algún rincón y moviendo la cola se le pegó a la pierna con familiaridad hasta que se escuchó el grito: Maldita sea! Ya me pasaste el puñado de pulgas. Se levantó agitado, abrió la puerta y Little Watch salió pitando por ella. Volvió sobre sus talones y se dirigió a la chimenea, prendió el fuego sin sacarse el abrigo y se metió en la cocina. Mientras pasaba café leía con interés el diario y tomaba con placer -como si aquello

A Punto de Llorar.

 las voces del tiempo  pululan por mis sienes como si fuera invierno en plena primavera del siglo XXI ahora cuando sueño el viento se detiene sin ruido en la garganta se anuda como puede para no sollozar cuando elevo las manos mariposas cansadas pálidas resecas en contraluz se agitan como pañuelos viejos a punto de volar Dagor

NADA SOY

nada soy  o soy tan poco  como una maceta discreta  que olvidada y solitaria  observa desde la ventana  los transeúntes que pasan  apenas soy en mi estancia  la esquina fortuita de una casa  ubicada en cualquier manzana  poeta desencantada  tomando notas  fotografiando sonrisas con las pupilas cansadas  para poder reflejarlas  entre los versos del alba mientras los zapatos sangran  por calles imaginarias  largas calles no empedradas  plagadas de dolor  de desesperanza  eso soy  o no soy nada  una huida permanente  un paso en el andén constantemente  un atardecer lleno de nubes  sobre la playa de los indolentes  nada soy  o soy tan poco  transparente anacoreta  pintando sobre muros invisibles  los rostros de otros bardos  que no calzan en las listas repetidas  en las alfombras purpúreas  de los mercaderes de la humanidad Dagor  Abril 25, 2023