Ir al contenido principal
los árboles se visten de luz en el otoño/ las hojas van bajando sopladas por el viejo/ las pisadas las cubren como papeles viejos/ que el tiempo va guardando debajo de los sueños/ a orillas de los ríos/ detrás del corazón/ // los caminos esperan la lluvia de hojas muertas/ florecerá el invierno de pinos encantados/ de leñas encendidas/ de pasado contigo/ de futuro sin ti/ // mas como todo regresa renacerá la vida/ cuando la primavera te traiga de la mano/ con versos en las rosas y luz en las magnolias/ // llegarás de puntillas como rayo de sol/ volverás cual verano a besar mis mejillas/ con tu recuerdo ubicuo/ y el eco de tu voz // © Dagor PVV

Comentarios

Entradas populares de este blog

EDDIE CHIANG

Hace un cuarto de siglo Eddie Chiang Espinoza ya estaba cantando… Empezó a hacerlo hace cincuenta años, en el vientre materno. La adolescencia lo sorprendió abrazado apasionadamente a una guitarra. Una de las voces más exquisitas de la música popular en el Ecuador, Eddie se compenetró con su destino de cantante desde muy joven, comprendió que la tarea no sería fácil pero sería hermosa, supo que con su voz podía encarnar al poeta, al compositor y aportar con su interpretación impecable para formar un trío de un sólo hombre, una amalgama de técnica, ternura y pasión con la cual llegaría a tocar el alma de todo el que haya tenido el privilegio de escucharlo. El título de su primer long play "INTIMIDAD" sin duda marcó su trayectoria Su canto es siempre íntimo, se le hace fácil llegar por el oído al corazón del público. Su voz fluye naturalmente, como cuando el pintor se para frente al lienzo y las imágenes empiezan a plasmarse solas, a cobrar sentido, a tener una razón de ser s...

8002 SYCAMORE

(Foto: "La Laguna" por Patricia Velasquez de Mera. New Orleans, 1998) 8002 Sycamore Llegó apurado, frotándose las manos. Apretaba el periódico del día bajo su brazo izquierdo. En la mano derecha, como de costumbre, llevaba un pan empacado en papel de cera. Hacía frío, pero también como de costumbre, no llevaba calcetines y sus canillas blancas como la nieve relampagueaban entre los mocasines y el pantalón. Depositó el pan sobre la mesa y se sentó de espaldas al salón, frotando sus manos una contra la otra por largo rato. Little Watch (relojito) apareció de algún rincón y moviendo la cola se le pegó a la pierna con familiaridad hasta que se escuchó el grito: Maldita sea! Ya me pasaste el puñado de pulgas. Se levantó agitado, abrió la puerta y Little Watch salió pitando por ella. Volvió sobre sus talones y se dirigió a la chimenea, prendió el fuego sin sacarse el abrigo y se metió en la cocina. Mientras pasaba café leía con interés el diario y tomaba con placer -como si aquello...

Quito

Quito trinchera de luz desde los gélidos pechos  de tus volcanes dormidos desde los parques alegres de tu casco colonial eres Quito señorial la capitana de todas las ciudades que enarbolan el escudo nacional Quito soberana cita andina  donde el humano camina entre política y sal entre el granizo y la gloria de una infatigable historia en pos de la libertad Quito cajita de música  con vestido de española añorando serenatas de romántico pasado entre ponchos de colores canelazos y poetas que brindan por tus nevados de pie en la mitad del mundo patrimonio cultural estás Quito monumental florecida e ingeniosa  jugando a la arquitectura uniendo el ayer y el hoy bajo la venia de Dios en tu cara reflejado Dagor 1988