Si el trabajo de los intelectuales no sirve para mostrar caminos de libertad, si no está al servicio de la justicia y el bienestar de todos los seres humanos, su valor, es exiguo. La literatura, las artes en general, son credenciales de privilegio porque permiten propalar rumores de felicidad y de ternura, porque imitan la realidad confrontando lo negativo y lo positivo, porque aún en medio de un relato trágico y oscuro permiten el encuentro con la luz, porque muestran el lado amable de la más devastadora de las tormentas, porque convocan a la toma de consciencia, porque construyen puentes de cristales frágiles conectados directamente a los corazones de los espectadores para ponerlos en perspectiva. Pero la intelectualidad no es, no debe ser pasaporte a la arrogancia, al elitismo. Nada tan triste como el aislamiento, el casi destierro al que se consagran algunos escritores y artistas, convencidos de que son seres iluminados bajados del cielo con la verdad en la mano. La única verdad es que si hablan en un idioma inentendible para la mayoría, su discurso es irrelevante.
© Dagor PVV
(Foto: "La Laguna" por Patricia Velasquez de Mera. New Orleans, 1998) 8002 Sycamore Llegó apurado, frotándose las manos. Apretaba el periódico del día bajo su brazo izquierdo. En la mano derecha, como de costumbre, llevaba un pan empacado en papel de cera. Hacía frío, pero también como de costumbre, no llevaba calcetines y sus canillas blancas como la nieve relampagueaban entre los mocasines y el pantalón. Depositó el pan sobre la mesa y se sentó de espaldas al salón, frotando sus manos una contra la otra por largo rato. Little Watch (relojito) apareció de algún rincón y moviendo la cola se le pegó a la pierna con familiaridad hasta que se escuchó el grito: Maldita sea! Ya me pasaste el puñado de pulgas. Se levantó agitado, abrió la puerta y Little Watch salió pitando por ella. Volvió sobre sus talones y se dirigió a la chimenea, prendió el fuego sin sacarse el abrigo y se metió en la cocina. Mientras pasaba café leía con interés el diario y tomaba con placer -como si aquello
Comentarios