Salieron de sus agujeros negros a matar, derribaron sin piedad ojos implorantes, le dispararon a quemarropa a la libertad de expresión, mandaron a callar a las aves y luego salieron arrastrándose como reptiles, huyeron como ratas a esconderse en el basurero de ideas al que pertenecen. Ahora deben estar alimentándose con restos de sangre ajena. Pero la cobardía, la perversidad, la ausencia total de valores humanos, el fanatismo, el odio, no podrán contra el mundo civilizado.
Paris está de luto, todos somos Paris. Je suis Charlie.
Dagor
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