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DEL LIBRO DE LA HISTORIA DE GUAYAQUIL

Todo pasará, está escrito en el libro de la historia de Guayaquil. Cada gota de lluvia hará florecer un balcón celeste y blanco. Las voces del viento y los duendes del tiempo escucharán al pueblo y se llevarán muy lejos las nubes negras de la dictadura. Y mientras los traidores dormirán bajo puentes, las luces del boulevard se vestirán de gala para saludarte en tu día, alumbrando el camino que siempre ha conducido de regreso a la libertad.
El río seguirá bordando con besos suaves el hilván del puerto. Los piratas volverán a altar mar para rendirle cuentas al sol, que nunca olvida. El reloj municipal tampoco olvida, y nos convocará en tu nombre y en el del Ecuador, a celebrar la gloria de seguir siendo libres a pesar de todas las cadenas y condenas. En la sagrada intimidad del pensamiento, se repetirá la consigna de mantenernos unidos para superar cada nueva emboscada, cada puñalada por la espalda. Y seguirás siendo bella, noble, generosa, invencible!
Cantaremos tu canción, Guayaquil, guerrera pacífica y gloriosa que no le teme a las injusticias, que sigues abriendo tus brazos en forma de esteros para recibir a los hijos de todos los rincones de la patria, y juntos recitar nuestro poema de progreso en libertad incondicional!
Feliz cumpleaños Guayaquil, vives en mis venas, habito en tu corazón, sigo soñando con tu regazo maternal, sigo plantando nomeolvides en cada rincón de la determinación de volver a abrazarte.
Dagor

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