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Mostrando entradas de 2015

NO HAY PRISA

No tienes que correr, ni tratar de derribar a otros a tu paso. Camina a tu propio ritmo, a tu velocidad. Disfruta el paisaje, nada detendrá tu camino, nada lo acortará. Todos tenemos los días contados. Dagor

LA ARROGANCIA

Hay alguien cuya gracia me inspiraba. Parecía volar en sencillez. Era natural y fresca, llevaba un brillo de estrella encendido en la mirada. Su encanto era de otro mundo, su sonrisa era de niña, transparente, delicada. Volaba como paloma, como rosa caminaba. Era frágil porque el viento la eligió para ser hada. Pero ella no lo entendió. Y creyó que era perfecta. Se despojó sin temores de su traje de humildad y perdió todo el hechizo que su figura emanaba. Hoy casi camina de espaldas, de su sombra está enamorada. Se mira con tal insistencia que olvida en su inocencia que el espejo siempre engaña, que vemos lo que queremos que nos deleite en pantalla. La arrogancia empaña todo, es madre de la distancia. De lejos todo es pequeño, los planetas, los cometas, hasta el sol, para ser clara. Dagor

Sábado para soñar

entre pinos encantados  galopa la naturaleza  hay un cardenal pensativo que se mece en una rama mientras mi ventana  sin prisas se despereza el ciprés silba bajito parece como que reza sábado de cielo azul canción de lo infinito sábado para soñar para dejarse llevar por el humo del café desde un pacífico rincón de mi cueva suburbana la leña cruje su calor abraza al filo de mi taza  se posa la flor de la memoria y mientras cruza una ardilla también camina mi historia Dagor

MADDOX MATEO

MADDOX MATEO Con sus gorjeos bilingues de ave de dos mundos, Maddox le pertenece al norte y al sur por igual, pero también es del este y del oeste, y por supuesto es del centro y de muy adentro de mi corazón y del universo. Pestañea y el cielo se abre ante mis ojos viejos con su mirada pícara y profunda. Su alpiste es multicolor, como el del planeta del futuro. Pero también es dorado como el alimento de las aves preferidas por el sol: los niños. Tesoro de dos culturas es mi nieto, el más pequeñito de los grandes amores de mi vida, que hoy, 14 de enero, cumple su primer año. Año que se lo ha pasado bailando, escudriñando campanas, tratando de ascender cada escalera que se le paraba delante, haciendo ruidos como si fuera un carro de motor poderoso, repitiendo sonidos para dominarlos, o contemplando los árboles por la ventana con apasionado interés. Amante empedernido de su gata y sus dos perros, Maddox pertenece a esa clase de espíritus independientes  que eligen sus amigos ...

Enero siete de 2015

Salieron de sus agujeros negros a matar, derribaron sin piedad ojos implorantes, le dispararon a quemarropa a la libertad de expresión, mandaron a callar a las aves y luego salieron arrastrándose como reptiles, huyeron como ratas a esconderse en el basurero de ideas al que pertenecen. Ahora deben estar alimentándose con restos de sangre ajena. Pero la cobardía, la perversidad, la ausencia total de valores humanos, el fanatismo, el odio, no podrán contra el mundo civilizado.  Paris está de luto, todos somos Paris. Je suis Charlie.  Dagor

Enero primero de 2015

Acaba de pasar el tren muy cerca. Sonaba fuerte, en el silencio de la noche parecía cantar victorioso que se llevaba consigo el 2014. En ese tren se fue mi madre, partieron varios familiares, entrañables amigos que el año anterior celebraron con algarabía el inicio del 2015. Ese mismo tren me trajo a mi nieto. Agridulce encuentro en el andén, despedida y bienvenida. La vida y la muerte, el tren es el tiempo. Dagor

28 de diciembre de 2014

Son otras aves las que vuelan entre las ramas al frente de mi nueva ventana. Añoro los cardenales, el pájaro carpintero, el canto con aroma a madera que escapaba de su pico. A menudo me pregunto, de cuál flor beberán el néctar los colibríes encantados que hacían temblar de ternura el paisaje de mi pincel? Y qué será del rosal, de su magia, de sus oraciones de color y sus contorsiones graciosas al toque del viento? Qué habrá acontecido en el día a día de Marilyn, la vecina, quien anoche visitó mi sueño con la calidez de su inocente e insaciable curiosidad.  Me pregunto si la ardilla del jardín habrá logrado acumular todo el alimento necesario para sobrevivir este invierno. Cuántas veces quise tener la cámara lista cuando pasaba otra vecina, la de los tres perros y el llavero gigante que hacía sonar a la distancia. La del sombrero descomunal. Cada vez que la esperaba, ella tomaba otra ruta; cada vez que la olvidaba, sus llaves tomaban nota de lo frágil de mi memoria. Camino...