Quito trinchera de luz desde los gélidos pechos de tus volcanes dormidos desde los parques alegres de tu casco colonial eres Quito señorial la capitana de todas las ciudades que enarbolan el escudo nacional Quito soberana cita andina donde el humano camina entre política y sal entre el granizo y la gloria de una infatigable historia en pos de la libertad Quito cajita de música con vestido de española añorando serenatas de romántico pasado entre ponchos de colores canelazos y poetas que brindan por tus nevados de pie en la mitad del mundo patrimonio cultural estás Quito monumental florecida e ingeniosa jugando a la arquitectura uniendo el ayer y el hoy bajo la venia de Dios en tu cara reflejado Dagor 1988
No es el hombre por hombre superior más que a la sombra de sus propios pasos, muchas veces el hombre es un payaso que ríe entre sus ganas de llorar. No es el hombre el señor del universo, sólo es grano de arena en playa vieja, sólo es hueso fugaz, tímida queja que aprende lentamente a caminar. No es el hombre inmortal, no es dios ni es vino, el hombre es el camino, no es el norte, invitado temporal del horizonte, lluvia breve, libertad por alcanzar. Dagor